Roger Caillois y el acoplamiento de los pulpos
Published Saturday, September 16, 2006 by Spyder | E-mail this post
“Opiano, en la Antigüedad, insiste sobre la lubricidad del pulpo; Hokusai, en el Japón, lo representa actuando sobre una mujer dormida. En el siglo XVI, Aldrovandi recuerda que, según los antiguos, su carne es afrodisíaca y que el animal pasa por el más lascivo de los habitantes del mar. En el siglo XIX, Víctor Hugo no deja de señalar que "ese espanto tiene sus amores". Se vuelve, entonces, fosforescente: "Espera al himeneo. Se pone bello, se enciende, se ilumina...". Coquetería y lascivia no resultan en absoluto de observaciones: están deducidas casi exclusivamente del número de tentáculos y del teclado de ventosas que caracterizan al molusco. En realidad, los amores del pulpo son extremadamente castos. El hombre no puede más que considerarlos como lúgubres.
Aristóteles ofrece del acoplamiento de los pulpos una descripción sucinta: estarían estrechamente enlazados, boca contra boca y brazos contra brazos. Así nadarían conjuntamente, el uno adelante, el otro atrás. Esta disposición es puramente imaginaria. Por mi parte, no he encontrado una descripción objetiva de los amores de los pulpos anterior a la de Henry Lee. El término de descripción, además, conviene mal a las circunlocuciones oscuras y trabadas que el autor, frenado por el pudor Victoriano, utiliza para dar la idea de relaciones sexuales sin embargo excepcionalmente ascéticas. Según él, parece que en el momento de celo se infla el tercer brazo derecho del pulpo macho, de donde sale una especie de gusano alargado terminado por un filamento: es el hectocotilo. El macho lo ofrece a la hembra, quen lo acepta y se lo lleva consigo”
Roger Caillois –Mitología del pulpo-
Labels: Literatura
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