Otro artículo muy interesante escrito por
Antonio Pérez Cribeiro desde su
Aquarium Finisterrae. El artículo ha sido extraido del blog de
Mar de historias en el que reflexiona sobre el mito del Kraken y las posibilidades de que este fuera un pulpo.
Los pulpos más grandes del mundo
"Dos cosas me admiran: la inteligencia de las bestias y la bestialidad de los hombres"
Flora Tristan.
A lo largo de la historia, hasta los tiempos recientes, el mar se ha presentado como algo misterioso que superaba el entendimiento humano. Ante lo desconocido, las respuestas tenían que venir, necesariamente, de la imaginación. Los mitos servían no sólo para “explicar" lo ininteligible, sino que podían hacer menos temible la cara oculta de los océanos.
Pero algunas leyendas tenían el efecto contrario. Pocas historias del mar fueron tan terroríficas para los marinos de antaño como la del “Kraken". Narra la existencia de un enorme animal, de dimensiones superiores al mástil principal de un gran velero, que en ocasiones surgía de las profundidades, atrapaba algún desafortunado barco con sus brazos y lo hundía. Inevitablemente, toda la tripulación moría ahogada… o devorada por el monstruo.
¿Qué animal era el Kraken? La versión más popular defiende que se trata de alguna especie de calamar gigante, probablemente del género Architeuthis. Sin embargo, la mayor parte de las múltiples interpretaciones que hay sobre esta leyenda, incluyendo numerosas representaciones gráficas, sugieren la hipótesis de que quizás fuese un pulpo gigante.
En este caso, bien pudiera ser un ejemplar similar al hallado en Florida en 1896, identificado por el profesor Verrill, zoólogo de la Universidad de Yale y autoridad mundial en cefalópodos, que le atribuyó un peso total en vida de unas veinte toneladas, con una envergadura próxima a los sesenta metros. Le llamó Octopus giganteus y así fue publicado en el “American Journal of Science" en 1897. Sin embargo, poco después se tuvo que retractar ante la aparición de evidencias de que el “monstruo" probablemente no era tal, sino un simple cadáver de cachalote.
En cualquier caso, teniendo en cuenta la gran diversidad de culturas que mencionan este mito, probablemente el Kraken sea una especie distinta según la parte del mundo que se considere. Aquí, en el Atlántico ibérico, también hay “monstruos": en la costa asturiana varan con relativa frecuencia restos de cadáveres de calamares gigantes, y en Galicia está citada la presencia de especies como el famoso Architeuthis, e incluso pulpos gigantes.
Un día del primer verano de este siglo, el pesquero “Sarridal" faenaba treinta millas al norte del coruñés Cabo Prior, en un caladero que los pescadores llaman “As Paredes". Estaban virando el arte de pesca cuando la tripulación vió emerger una amorfa masa envuelta en la red. Una vez en la cubierta del barco, comprobaron que se trataba de una rara especie de cefalópodo: poseía brazos, ventosas, ojos y boca con el típico pico de loro, pero, a diferencia de los pulpos comunes, medía unos dos metros, tenía constitución gelatinosa y color tirando a morado. Era un pulpo, sin duda, pero “común" desde luego que no.
Hechas las oportunas averiguaciones, se confirmó que se trataba de una hembra de la especie conocida como “pulpo de siete brazos", al que los científicos llaman Haliprhon atlanticus y que está reconocido como el octópodo más grande del mundo . Es más pequeño que los grandes calamares de las profundidades oceánicas, pero dentro del grupo de los pulpos es la especie más grande, pudiendo alcanzar los cuatro metros de envergadura total.
Lo de los siete brazos se debe a que los machos desarrollan el tercer brazo de la derecha modificado en una bolsa debajo del ojo, llamado “hectocótilo", que contiene la carga de gametos sexuales masculinos. Durante la cópula, la hembra se queda el hectocótilo. Al no ser visible da la sensación de que los machos de Haliprhon sólo poseen siete brazos en lugar de los ocho habituales en los octópodos, y que dan lugar a su nombre común. La familia Haliphronidae está considerada actualmente como monotípica, al ser Haliphron atlanticus la única especie reconocida . Su cuerpo es relativamente corto, comprende un tercio de la longitud total, y está fuertemente pigmentado en tono rojo oscuro. Posee ojos grandes, con un diámetro de aproximadamente el cuarenta por ciento de la longitud del manto. Los brazos son largos, también intensamente pigmentados, y tienen dos filas de ventosas cerca de la punta, mientras que en la zona próxima al cuerpo posee una sola fila.
El buen desarrollo del pico y del aparato masticador, junto con la existencia de un aparato de cierre del gran sifón con el manto, induce a pensar que Haliphron es un depredador bastante activo. Haliphron atlanticus vive en alta mar, con un amplio rango de distribución en profundidad. Aunque existen registros de adultos que fueron capturados cerca de la superficie, la mayoría de los especímenes han sido obtenidos entre los 300 y los 1.500 metros. Están presentes en aguas tropicales y frías de todo el mundo. Se cree que los adultos son bentónicos, que viven en el fondo, mientras que los recién nacidos son pelágicos, nadando libres en el agua, de forma que según crecen habitan zonas más profundas.
Las profundidades de los océanos constituyen los hábitats más extensos de la Tierra y a la vez los más desconocidos. Para acceder a ellos se necesita una tecnología equiparable a la utilizada en la investigación espacial, por lo que no es de extrañar que a modo de símil con el “espacio exterior", a estas zonas se les denomine “espacio interior". Valga como referencia el hecho de que el hombre ha hecho más expediciones al espacio que al fondo del mar. La exploración de estas vastas regiones marinas ha avanzado considerablemente en los últimos años, y a buen seguro que nos deparará grandes sorpresas en el futuro.”
Agradecimientos: A Eduardo González Villarnovo, patrón, y a la tripulación del pesquero “Sarridal", de Cedeira”
Labels: Monstruos marinos
0 Responses to “Los pulpos más grandes del mundo (II)”
Leave a Reply